mezcló jugadas gastadas, en nombre de esa histeria y un cagaso que me faltaron días para pasarle por arriba, agarradas las manos, en las calles de vacaciones, una lástima, la nueva burguesía nos perdió y la vieja, y esa parte de mí que te quiso encontrar jugadas, gastadas. No caminamos la península ni tomamos fernet ni te arranqué la ropa con el mar espiando. Te busqué, la mano más rápida que la vista, con ese aire de estar en otro lado, acá inquieta. miré, las piernas que podían ser tuyas, o ese pelo, enfrente, esta boca, acá, atrás, que no era. entonces me perdí entre curvas y rutas sin nombre y sin ropa, con el gusto que trae el desencuentro, y esa sospecha de lo hermosa que se vuelve la ausencia, tan triste, por no haber sabido ser.
10 enero, 2011
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