21 septiembre, 2010

desaprehender

manojos de palabras,
elegidas al vuelo
cada mente una paloma mensajera,
sosteniendo palabras, lanzando otras
de mundo en mundo
dentro del mismo. Defendidos
con la continuidad de pensamientos en despliegue,
que no son inevitables
pero de tan espontáneos parecen únicos
y desde ahí una unilateralidad, entre otras,
que nos viste,
y  buscamos convalidar. En el tráfico del aire
huecos, partes desencajadas,
aparentemente unidas, pero separadas. Si tan sólo pudiéramos corrernos,
elegir otra forma, que también tenga validez en el sentido común,
que pueda estar al alcance de otros sin que haga falta hacerla brillar, moverse, sonar
de una forma tan aburrida como impone simple y esencialmente mostrar. Si pudiera mostrarse por sí misma
y elegir no elegirnos.

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